El cambio climático: ¿Cómo está alterando el ciclo del agua? Impactos sobre nuestro planeta.

A raíz del incremento de las temperaturas del planeta, los científicos observan con inquietud los cambios que están sucediendo en el clima en diversas regiones a nivel global, obteniendo más evidencias sobre el impacto del cambio climático en ciclos tan importantes como lo es el ciclo del agua. La irrupción directa en cada uno de los estadios de este sustancial diagrama biogeoquímico puede acarrear múltiples afectaciones sobre aspectos tan vitales como la disponibilidad de agua potable, la producción de alimentos y la salud de los seres humanos.

Se conoce que toda el agua contenida en la superficie y en la profundidad de la tierra, en la atmosfera y en los océanos, está sujeta a los cambios del clima al desplazarse de un lugar a otro a través del ciclo del agua. En este sentido, todos los procesos físicos que se llevan a cabo dentro del ciclo del agua, al estar íntimamente conectados entre sí, deben ser estudiados detalladamente.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) por sus siglas en inglés, órgano adjunto intergubernamental de las Naciones Unidas, conformado por un grupo de los principales científicos climáticos del mundo y responsables de promover el conocimiento sobre el cambio climático, ha revelado en agosto de este año que el cambio climático está intensificando el ciclo del agua, lo cual puede traer como consecuencia el aumento de lluvias intensas y sequias extremas, provocando el incremento de inundaciones, huracanes, incendios forestales e intensas olas de calor.

Como ejemplos de la intensificación del ciclo del agua están los hallazgos de una investigación realizada en el 2018, por los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) por sus siglas en inglés, la cual reveló un aumento del flujo entre las diversas etapas del ciclo hidrológico en gran parte de los Estados Unidos durante el transcurso de estas últimas siete décadas. Se observó que las tasas de evaporación oceánica, la evapotranspiración terrestre y la precipitación han ido en aumento, por lo que el agua se ha desplazado más rápida e intensamente a través de las distintas etapas de su respectivo ciclo.

Tom Huntington, hidrólogo investigador del USGS y principal autor de este estudio comentó: «A medida que el planeta se calienta, anticipamos que el aire será más cálido y retendrá más humedad, provocando la intensificación de la evaporación y precipitación lo que a su vez evidenciaría una intensificación del ciclo del agua”.

Dentro de los efectos directos, adjudicados a cada fase del ciclo del agua, se pueden encontrar que un aumento de las condiciones secas del aire, causado por un proceso acelerado de la evaporación, afectaría la disponibilidad del agua potable, la agricultura y la salud humana, debido a que un aire más cálido absorberá más cantidad de agua de los océanos, de los cuerpos de agua y de las plantas, y en el ser humano provocaría un bloqueo de los efectos refrescantes del sudor.

La afectación en el proceso de precipitación provocaría una mayor formación de tormentas y huracanes, cada vez más intensos, así como un cambio en los patrones de precipitación, producto del enfriamiento de todo este aire extra cálido y húmedo presente en la atmósfera. Con el cambio de estos patrones llegarían sequias extremas en algunas regiones y lluvias intensas en otros, afectando en mayor medida a la producción de alimentos y a los ecosistemas.

La presencia de grandes tormentas incrementaría las inundaciones catastróficas, que pondrían en riesgo las vidas y asentamientos humanos, así como la pérdida de cultivos, que incidirán directamente en la economía de las naciones. Estos fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes contribuirían a un aumento de las escorrentías superficiales, que arrastrarían nutrientes del suelo, sedimentos y contaminantes que terminarían siendo arrojados en los cuerpos de agua más cercanos, lo que afectaría la calidad del agua potable y aumentaría los costos de los tratamientos respectivos. El daño que se provocaría en estos ecosistemas acuáticos impactaría actividades recreativas y comerciales.

Las temperaturas cada vez más cálidas, junto al aumento de la acidez de los océanos, traería como consecuencia efectos adversos en la vida acuática, por ende, la industria pesquera también se vería altamente afectada. El aumento de las temperaturas en la superficie de los océanos provocaría también que el patrón de lluvias fuese más variable y con ello sería cada vez más difícil hacer predicciones de estas.

Finalmente, el impacto de la intensificación del ciclo del agua exacerbaría las críticas condiciones actuales de uso, disponibilidad, almacenamiento, distribución y calidad del agua que se necesitan para las actividades cotidianas, por lo que constituiría un gran reto abordar las soluciones adecuadas para lidiar con estos catastróficos escenarios que se vislumbran en el futuro cada vez más cercano.

 

Cristina González

Senior Environmental Consultant

 


 

Fuentes:

NASA

Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC)

USGS (United States Geological Survey)

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